Eduardo, David, Víctor y Luis recibieron su ordenación sacerdotal este viernes 31 de julio del 2020. ¡Conoce sus historias!
Eduardo Anaya, S.J., originario de Guadalajara, Jalisco, nacido el 27 de abril de 1978. El llamado para él fue como encontrar “piedras blancas en la oscuridad”. Cuenta que conocer la personalidad de un religioso cuando era niño lo animó a considerar esa vida. Estudió Administración y Mercadotecnia, se enamoró de una chica con la que quería formar una familia. No obstante, el conocer el México profundo, un México de carencias y precariedad, injusticias y esclavitud moderna, lo llevó a replantearse su vida.
¡Conoce su historia! https://noticias.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=21216955
David Ortiz S.J., originario de Guadalajara, Jalisco, nacido en abril 1980. Para él, el sacerdocio es un servicio enraizado en la realidad, ya sea de los tzeltales en Bachajón, o trabajadores que sufren injusticias laborales. Con un tío sacerdote y una tía religiosa, le atrajo mucho ver la vida de sus familiares, el por qué de su entrega, a quién y cómo servían. Al ver la realidad del mundo, fue justamente en la gente que sufre que encontró esperanza para vivir con fe.
¡Conoce su historia y trayectoria! https://noticias.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=21174181
Víctor Ramos S.J., originario de Pátzcuaro, Michoacán. Para él la vocación no fue una revelación de algún momento espiritual, es algo que ha ido creciendo poco a poco, un árbol chiquito que con agua, tierra y amor ha ido creciendo.
La espiritualidad ignaciana, los Ejercicios Espirituales también lo provocaron, al igual que conocer a dos profesores jesuitas en el ITESO.
¡Conoce su historia! https://noticias.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=21174147
Luis Vizcaíno, originario de Guadalajara, Jalisco. A los 16 años ya estaba reflexionando sobre su futuro, no muy seguro de querer seguir en el mundo de la construcción, como su familia. Su intuición lo llevó a un retiro con los jesuitas, donde terminó enamorado de su visión de Dios y servicio.
Después de varios talleres, a los 18 años decide entrar al prenoviciado jesuita.
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